El devastador paso de la borrasca Filomena por el barrio

Filomena, el temporal de nieve que ha alcanzado niveles desconocidos para muchas personas en nuestro barrio, nos ha dejado un Madrid colapsado durante días, junto a las postales idílicas, la transformación de la ciudad, el disfrute de niños y niñas (y también mayores) jugando con la nieve, haciendo muñecos y guerras de bolas o incluso esquiando por las calles de Madrid.

Muchos trabajadores y trabajadoras se quedaron encerrados en sus vehículos (o abandonados en cualquier lugar por los autobuses de la EMT), otros no pudieron salir de los centros de trabajo, muchos pequeños negocios no pudieron abrir. La nevada también provocó el retraso en el inicio de la actividad educativa presencial, la suspensión del servicio de la EMT y Cercanías y de la recogida de basura, calles sin alumbrado, miles de árboles caídos, comunidades enteras sin agua y sin calefacción durante más de diez días y muchos vecinos y vecinas bloqueados en sus casas, primero por grandes capas de nieve, después por el hielo acumulado que ha convertido las aceras en un verdadero peligro.

Ante esta situación, desde la Asociación nos pusimos manos a la obra ofreciendo ya el sábado 9 nuestro apoyo para quien lo necesitase y organizando, como muchas otras asociaciones vecinales, grupos de personas voluntarias para despejar la nieve de puntos neurálgicos del barrio y facilitar el acceso a los mismos para el Centro de Salud, realizar compras en los mercados, ir a la farmacia, sacar al perro o bajar la basura, pensando especialmente en aquellas personas con mayores dificultades de movilidad.

El despliegue vecinal ha sido enorme, con la solidaridad por bandera, con palas (pocas), piquetas, cubos, escobas, tablas de madera, bandejas de horno… Decenas de personas, convocadas o no por la asociación, echando una mano para llegar donde las administraciones no estaban llegando y desbloquear nuestro barrio.

Tuvieron que pasar 48 horas para ver las primeras actuaciones por parte de las administraciones en el barrio: algunos trabajadores y trabajadoras de limpieza viaria y una quitanieves de la UME. Desde la Asociación estuvimos días reclamando al ayuntamiento un punto de reparto de sal en el barrio, puesto que los instalados por la Junta Municipal de Moncloa quedaban muy lejos (en la propia junta y en el punto limpio del distrito). Finalmente, el miércoles 13 se instaló un punto de reparto en el Centro de Mayores del barrio. También desde la Asociación pedimos la vuelta al servicio de los autobuses de la EMT, demandando al menos un servicio de lanzadera desde Santa Fe hasta Príncipe Pío, para conectar el barrio con la red de metro. Igualmente, a través de las redes sociales, los medios de comunicación y en contacto con el Canal de Isabel II, denunciamos la falta de agua en decenas de viviendas, locales y comercios del barrio durante más de una semana.

Somos conscientes de las enormes dificultades a las que las administraciones tuvieron que hacer frente ante la dimensión, amplitud y duración de la nevada. Sabemos que había que priorizar la atención en los puntos críticos de la ciudad: hospitales, personas atrapadas y otras urgencias.

Sin embargo, desde la Asociación Vecinal creemos que se podría haber trabajado más y mejor en la prevención (reparto de sal y de herramientas, por ejemplo, o mayor alerta a la ciudadanía ante las previsiones meteorológicas que ya avisaban de una fuerte nevada) y que también la respuesta podría haber sido más ágil. La contratación de personal por el Ayuntamiento para la limpieza de centros educativos no se puso en marcha hasta el jueves 14. El barrio ha permanecido nueve días sin servicio de autobuses, ni tan siquiera una lanzadera para conectar con Príncipe Pío. Las calles secundarias siguen siendo inaccesibles a los vehículos. Son demasiados ejemplos de una actuación deficiente por parte de las administraciones.

Como Asociación Vecinal, reiteramos nuestra apuesta por unos servicios públicos no privatizados y suficientemente dotados como la mejor forma de dar respuesta a esta emergencia y, en general, de atender a la ciudadanía.

Queremos agradecer a todas y cada una de las personas que con vuestro esfuerzo habéis hecho posible paliar los efectos negativos de la nevada para nuestros vecinos y vecinas. Queremos, a su vez, dar las gracias a todos los trabajadores y trabajadoras de servicios esenciales que habéis seguido al pie del cañón haciendo posible que el colapso no fuese total.

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