Hace unas semanas contamos con la visita del experto en amianto, Miguel Ángel Izquierdo, contactado por la comisión de la AV constituida para abordar esta problemática.
Lo primero es hacer una breve exposición de qué es el amianto, aunque ya hemos enviado previamente información. El amianto es una fibra mineral que se mezclaba con el cemento porque era más económico, siendo por tanto, uno de los componentes del fibrocemento. El amianto es ignífugo, resistente y es un buen aislante. Se compone de unas fibras microscópicas que pueden permanecer en el aire mucho tiempo. Por su bajo coste ha sido muy utilizado en España, donde se conocía por el nombre de la marca comercial de una de las principales empresas que lo producían, Uralita.
Cuando el contacto con el amianto es prolongado o cuando el material se degrada y se deteriora, al respirarlo puede acarrear muchos riesgos para la salud, pues por inhalación se sitúan las partículas en las vías respiratorias y puede producir fibrosis pulmonar, cáncer de pulmón, de pleura, y terminar en la muerte.
El amianto lo encontramos en muchos lugares, tejados, productos de cemento, componentes de trasmisión, materiales industriales, frenos, trajes de pilotos y bomberos etc. Se estima que todavía hay unos 60.000 toneladas de amianto en España. Del recorrido que hicimos por el barrio puede observarse a simple vista la presencia de amianto en elementos exteriores de las edificaciones.
Aquí van algunos ejemplos más. En este las empresas que han acometido reformas en las comunidades de vecinos han quitado un trozo de las bajantes, pero han dejado el resto en la parte final que va hasta el suelo, con un codo y un metro más de profundidad.
En otros casos se ha tapado o pintado, algo que aunque no lo veamos, si se deteriora, el efecto es el mismo. En esta otra edificación es probable que se haya cambiado la tubería justo hasta donde empieza el trozo que va “enterrado”, que puede ser de amianto.
En las siguientes fotos vemos más elementos de este material con visibles muestras de deterioro. La calle del Comandante Fortea en los impares, está llena de bajantes con amianto en los dos o tres metros finales de la calle.
Así mismo hemos visto planchas de uralita en el pasadizo de la misma calle.
Más ejemplos en otras calles.
Sería importante hacer un estudio completo en profundidad. Quitar el amianto es caro, ya que debe hacerlo una empresa especializada con un permiso legal, personal autorizado y se debe depositar en un lugar habilitado para ello. Por eso es importante que la vecindad se ponga de acuerdo para hacerlo todos a la vez y así abaratar costes, por lo que abordaremos este tema en la próxima Asamblea General, para tomar decisiones sobre cómo proceder.
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