Por Ángeles Neira, vicepresidenta de la asociación
“Si no estamos, no nos ven, si no nos ven, no nos escuchan, si no nos escuchan, no podemos negociar”
Hace unos días hemos acudido representando a nuestra asociación al III Encuentro Estatal de Mujeres Vecinales, celebrado en Gijón. Fuimos mujeres desde varios puntos de España y sacamos tiempo de nuestro tiempo para poder conocer a otras mujeres en luchas distintas, cada cual en su territorio, quizás por cosas distintas pero con un punto en común: la transversalidad del feminismo dentro de las asociaciones.
El encuentro fue organizado por la vocalía de la mujer de la Federación de Asociaciones Vecinales y contó con la grandísima colaboración de ayuntamiento de Gijón, que nos trató de maravilla. Desde aquí nuestro agradecimiento a esa preciosa tierra y a esa gran alcaldesa, Ana González, que nos dejó con la boca abierta en sus intervenciones: clara y sencilla.
La red estatal de Mujeres vecinales esta integrada en la Confederación Estatal de Asociaciones Vecinales (CEAV) que agrupa a confederaciones y federaciones vecinales, entre ellas la FRAVM, la madrileña, que es la nuestra.
La mirada feminista, eso que llamamos las gafas violeta, es imprescindible en muchos campos.
En el encuentro de este año tocamos:
- El territorio que habitamos, necesita un cambio y si es para que nosotras nos sintamos seguras debe ser desde nuestra perspectiva, por eso consideramos que tenemos que estar en la planificación y diseño de los espacios públicos, del urbanismo.
- La brecha digital fue otro punto de batalla. Muchas mujeres no creyeron que esto iba a ser tan importante en sus vidas y dejaron pasar la ocasión y hoy en día si no tienes una mera noción de redes te quedas en el analfabetismo y la ceguera total: citas médicas, pago de multas o invitar a una consumición a una amiga o gestionar tu cuenta. Cada vez más cosas se hacen a través de los sistemas informáticos y es imprescindible que las mujeres de todas las edades nos pongamos al día.
- El tercer punto y tan importante como los anteriores es la conciliación que en realidad no se está gestionando como se debe y hace que muchas mujeres vean sus carreras truncadas, tengan que reducir jornadas con la siguiente penalización con menos ascensos o incluso decidan trabajar solo en el hogar: un trabajo de 24 horas al día sin pago y sin descanso.
De estos tres temas hablamos y debatimos, expusimos nuestros puntos de vista y vimos que queda mucho por hacer y pelear.
No solo estuvimos debatiendo, sino que conocimos a unas grandes mujeres con las que nos reímos y nos divertimos mucho en el tiempo de ocio.
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