El pasado mes de enero, Madrid vivió una de las nevadas más fuertes de los últimos 50 años. El paso de la borrasca Filomena por nuestra ciudad dejó numerosos destrozos y la respuesta de la administración fue insuficiente (tanto antes como después de la tormenta).
Con este motivo, y tras el anuncio de las ayudas e indemnizaciones por diferentes administraciones, las asociaciones vecinales de Manzanares-Casa de Campo, Poetas-Dehesa de la Villa, Osa Mayor de Aravaca, Barrio Unido de Valdezarza, Paloma-Dehesa de la Villa y San Nicolás Dehesa de la Villa, han solicitado una reunión con Loreto Sordo Ruiz, concejala-presidenta del Distrito Moncloa-Aravaca, para trasladarle las necesidades de intervención más urgentes de sus respectivos barrios tras el paso de Filomena por el distrito.
Las AAVV firmantes expresan su rechazo a la gestión que las diferentes administraciones, en sus diferentes niveles de competencias y responsabilidad, llevaron a cabo antes, durante y después de la llegada de Filomena a nuestros barrios. Consideran que se podría haber trabajado más y mejor en la prevención y que también la respuesta podría haber sido más ágil. Reiteran su apuesta por unos servicios públicos no privatizados y suficientemente dotados como la mejor forma de dar respuesta a esta emergencia y, en general, de atender a la ciudadanía.
Las AAVV argumentan que si las consecuencias no fueron aun peores, fue por la colaboración vecinal, impulsada en gran medida por las propias Asociaciones Vecinales, contando con cientos de voluntarias y voluntarios implicados en un trabajo que nada tiene que ver con el de las administraciones, que pretenden suplir la falta de medios y recursos con llamadas a la colaboración indiviudal. Reivindican así su papel en la vida de estos barrios, en un momento en el que otras expresiones de organización vecinal están en el punto de mira del Ayuntamiento del Madrid, como la Casa de la Cultura de Chamberí, el Espacio Vecinal de Arganzuela o la Casa del Cura en Centro, esta última con revés judicial a los planes del Consistorio. Además de estas expresiones locales, las AAVV van a tener que afrontar la desaparición de las subvenciones para el mantenimiento de los locales asociativos, dificultándose su labor de utilidad pública para sus barios con este importante recorte.
