La soledad no deseada de las personas mayores

Por Ángeles Neira, integrante de la Junta de la Asociación

Las personas que viven solas mueren antes que las que están acompañadas. Todas y todos podemos hacer algo para prevenir esta situación.

Los valores construidos no dejan espacio a la vejez. Las personas mayores no tienen un sentimiento de vida útil y las familias no tienen lugar para ellas. Esto hace que tengan un sentimiento de abandono.

Los centros de mayores reafirman esta teoría, ya que son centros “donde te apartan de la sociedad útil”. Son espacios solo para mayores que dan un sentimiento de inutilidad en la vida.

Todas estas reflexiones y algunas más se escucharon en una reciente reunión de la FRAVM (Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid) a la que asistí.

Algunos distritos están intentando construir nuevos proyectos contando con los mayores para preparar políticas que cambien esta realidad. Cuentan que en el distrito Salamanca hay un proyecto que contacta a personas mayores de 65 con diferentes recursos (grupos de tertulia, actividades físicas, relacionales, etc.) pero que queda mucho por conocer y hacer. Nos parece algo interesante, que los servicios sociales de nuestro distrito deberían tomar en consideración.  

Se trata del proyecto SENES, un proyecto de los servicios sociales del distrito de Salamanca que, según su página web, “surge desde la necesidad de dar respuesta a la vulnerabilidad detectada en población mayor que vive situaciones de aislamiento social y necesidades socio-afectivas, dificultad de acceso a la información y/o recursos comunitarios que facilitan el desarrollo en su entorno y su autonomía”.

En busca de soluciones

En la misma reunión se enumeraron algunos caminos posibles en busca de soluciones. Hay que hacer enlaces intergeneracionales. Hay que abrir los centros de mayores. Las personas mayores no van a los centros a aprender, van a relacionarse, y su cierre desde hace ya más de un año dificulta y limita mucho sus contactos sociales.

Hay que involucrar a las personas mayores en el diseño de las políticas que los afectan a través de los cauces más idóneos. No se pueden hacer programas para mayores sin mayores. Tenemos que coordinarnos en los distritos para vigilar y velar por la participación de los mayores.

Este texto comenzaba hablando de la soledad, pero hay más temas que afectan a las personas mayores, la sanidad quizá sea uno de los principales. Urge abrir espacios de diálogo, escucha y colaboración.

Ideas que la FRAVM y las asociaciones vecinales buscan cómo canalizar y coordinar. Está claro que todas y todos deberíamos remar al unísono.

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