Victoria vecinal: no habrá Mad Beach en 2022

Los vecinos y vecinas de los barrios colindantes a la Casa de Campo, así como todos los que disfrutan de este especial recinto estamos de enhorabuena: este año no se celebrará el disparate de Festival planteado por el Ayuntamiento de Madrid. No habrá Mad Beach Club.

Esto ha sido confirmado por el equipo de Gobierno ante una pregunta de Más Madrid en el Pleno de mayo de la Junta Municipal de Distrito de Latina. Las asociaciones vecinales Manzanares-Casa de Campo y Puerta del Ángel, y la Plataforma Salvemos la Casa de Campo, consideramos que el Ayuntamiento ha dado un paso atrás en un Festival inicialmente programado para tres años gracias a la movilización popular, a la presión que hemos ejercido para garantizar el descanso de los vecinos y vecinas de nuestros barrios, así como la correcta conservación de la Casa de Campo, gravemente afectada por el ruido y el aumento de tránsito de personas y vehículos debido al Mad Beach.

No obstante, esta importante victoria no debe hacernos olvidar que el proyecto de ciudad basada en los grandes eventos, las terrazas, la hostelería y el turismo sigue vigente. Ahí tenemos las luchas contra la proliferación de estas situaciones en barrios como Centro y Chamberí o el recientemente inaugurado Espacio Delicias, a costa del bienestar de quienes vivimos en esta ciudad y sin atender las graves carencias que sufren nuestros barrios.

No podemos dejar de seguir reivindicando que el Escenario Puerta del Ángel vuelva a ser asignado a la Dirección General de Zonas Verdes y no a Madrid Destino, que solo tiene el objetivo de explotarlo y rentabilizarlo sin atender a ninguna otra consideración. La Casa de Campo y su designación como Bien de Interés Cultural debe ser respetada y vemos cómo el Ayuntamiento está alojando distintos servicios en la misma y acometiendo obras de asfaltado sin respetar esta calificación. La lucha porque el parque canino de la Escuela de la Vid y los espacios anexos no se convierta en un aparcamiento municipal prosigue.

En definitiva, celebramos que el Mad Beach no se celebre, pero la lucha contra un modelo de ciudad que nada tiene que ofrecernos continúa.

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